El concepto de este penthouse se centra en la dualidad de vivir y rentar, ofreciendo espacios diseñados para la intimidad personal y la posibilidad de compartir experiencias. La inspiración detrás del diseño se materializa en un espiral de volúmenes que se abren hacia la exuberante selva circundante. En el corazón de esta disposición, se encuentran el restaurante y el spa, actuando como núcleos esenciales dentro del proyecto.
Este proyecto retoma la esencia de la aldea al buscar un sembrado de volúmenes aleatorios con la intención de crear recorridos que inviten a descubrir la arquitectura inmersa en la selva.
La disposición estratégica de volúmenes se asemeja a la organicidad de una aldea, fomentando la exploración y el descubrimiento en lugar de una disposición lineal convencional. Este enfoque invita a los residentes a sumergirse en un entorno arquitectónico que se entrelaza con la densidad y la naturaleza circundante.
A través de un juego de terrazas, la vegetación se integra a todos los niveles, permitiendo que la selva se adueñe del conjunto arquitectónico. Este vínculo entre lo "natural" y lo "construido" se fortalece, creando una simbiosis única donde la arquitectura se convierte en parte de la selva y viceversa.
La elección consciente de utilizar materiales locales en la construcción refuerza la esencia espacial de "vivir en la selva". Estos materiales no solo se integran con el entorno, sino que también contribuyen a la sostenibilidad y al sentido de pertenencia a la región.
En resumen, el proyecto Humana se presenta como una aldea arquitectónica en armonía con la selva, donde la disposición orgánica, el juego de terrazas y el uso de materiales locales crean un espacio que celebra la conexión entre la vida cotidiana y la naturaleza circundante.