El Nuevo Estadio Tigres fue un concepto que se desarrolló cuando directivos de Tigres, miembros de la empresa Juego de Pelota y la constructora Populous plantearon el proyecto de este complejo junto con la autorización de Samuel García, gobernador de Nuevo León.
La idea de un nuevo estadio no solo beneficiaría a la afición de Tigres, sino que también sería un parteaguas importante para los alrededores de la zona en donde el flujo económico tiene buenas prospecciones.
La materialización de este proyecto continúa avanzando para establecer soluciones técnicas y jurídicas que respeten el plazo acordado planeado para 2025.
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Nuevo Estadio Tigres y su desarrollo
La planeación del nuevo estadio de Tigres continúa desarrollándose, de acuerdo a Cesar Esparza, propietario de la empresa Juego de Pelota Inc. quien dijo que si bien aún faltaban temas por resolver, se espera que para el 2025 se cumpla el prometido con una inversión de 320 millones de dólares.
De acuerdo a ESPN, existen cláusulas a priori en el convenio que establece que la Universidad Autónoma de Nuevo León junto con Tigres no podrían construir un nuevo estadio, ya que se prevé conservar el actual Estadio Universitario como sede. De igual manera, el nombre no podría considerarse como una fuente de ingresos, puesto que por cuestiones de patrocinio los derechos le corresponderían en un 75% a la UANL.
A pesar de ello, los preceptos jurídicos continúan resolviéndose para trabajar en conjunto con el Gobierno del Estado y los municipios de San Nicolás de los Garza y Monterrey.
El proyecto se encuentra en una fase de planeación y desarrollo en donde las metodologías de cimentación e ingeniería continúan en proceso. Las características en sí del estadio contemplarán lo siguiente:
- Apotema de 108 metros
- 68 mil asientos para NFL
- 63 mil asientos para Tigres
- Incubadora de negocios y oficinas de uso cotidiano
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Su ubicación situada detrás del “Volcán” Universitario lo hacen mucho más privilegiado, ya que la zona favorece al crecimiento de los alrededores.
Este proyecto, más allá de ser un estadio, también converge en líneas de una arquitectura deportiva que pueda convertirse en un referente cultural, para así ser un espacio único que active a la comunidad y que coexista con la zona de alrededor.
La generación de nuevos complejos deportivos en zonas estudiantiles origina un aumento de afluencia social tanto en el ámbito residencial, que involucra a casas y departamentos en venta y renta, como al comercial, en donde los locales, centros comerciales, tiendas y más, aumentan su productividad debido a ello.
La idea de generar oficinas de negocios dentro del mismo estadio es algo innovador que en el estado de Nuevo León generará un gran interés debido a que su economía es la tercera más grande del país. Este estado, sobre todo, tiene un desarrollo amplio en cuanto a concepción de nuevos empleos, centros laborales de importancia y una afluencia social de relevancia.
Derivado de ello, las zonas residenciales y comerciales también presentarán un incremento en oferta y demanda, ya que además del desarrollo del Nuevo Estadio Tigres, alrededor radica una zona universitaria que muestra una gran cantidad de propiedades en venta y renta para estudiantes y profesores que habitan en Nuevo León, la muestra de ello es que de acuerdo al Reporte Inmobiliario Lamudi 2022, Nuevo León ocupa el lugar 5 en la Oferta Inmobiliaria Nacional a nivel digital.
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Revalorizar la zona de San Nicolás de los Garza, específicamente en Ciudad Universitaria a través de un estadio de Tigres que será de los mejores del país, incrementará la plusvalía de la misma, que ya muestra inclusive un aumento de valor en sus propiedades que es significativo.
El desarrollo del Nuevo Estadio Tigres, creará una conexión entre sus funciones con la localización, expresada por la arquitectura urbana; de esta manera, las instalaciones reforzarán el sentido de pertenencia local y generará una identidad que se conjugará con la imagen paisajística, el desarrollo económico de la zona y el flujo social de los habitantes.
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