En la creación y apreciación de toda obra artística, siempre entran en juego dos elementos: forma y fondo, entendiendo por el fondo aquello que se quiere transmitir, y por forma cómo se transmite. A menudo son contrapuestas entre sí; sin embargo, una no puede entenderse sin la otra, y para logar una obra armoniosa, debe haber un justo equilibrio entre ambas.

Podría decirse que lo anterior aplica para todas las llamadas bellas artes (pintura, escultura, arquitectura, literatura, música, danza y cine) así como otras expresiones artísticas que no por no encontrarse dentro de dicha clasificación, dejan de considerarse como arte. Sin embargo, hay un tercer elemento que entra en juego: el sentido social de la obra artística.

Al pensar, por ejemplo, en la pintura y la corriente muralista en México, en la que se buscaba la educación y reivindicación de las clases trabajadoras a partir del trabajo pictórico de artistas como José Clemente Orozco, Diego Rivera o David Alfaro Siqueiros. Así, también la arquitectura tiene un importante papel social, con ciertas características muy particulares.

La vida en la arquitectura

TreeHouse ArquitecturaTodavía hay luz en la calle de Berlín, en la colonia Juárez, donde el despacho de arquitectos Tree House Arquitectura conversa con Lamudi dentro el antiguo patio de una casona porfirista de comienzos del siglo XX, convertida, cien años después, en una agradable cafetería. El ambiente del lugar es amigable, aunque con un cierto dejo de parsimonia, quizá propiciado por el clima suave de esta tarde capitalina.

Adrián Rico, arquitecto egresado de la Facultad de Estudios Superiores de Acatlán de la Universidad Nacional Autónoma de México se anima, luego de solicitársele, a definir la arquitectura con un sola palabra: vida. “Realmente creo que la arquitectura  ayuda a definir tu estilo de vida; y en conjunto, una comunidad. Es algo que te va a resguardar,” señala.

Y es que quizá la arquitectura permee todas las esferas de nuestra vida como ninguna otra disciplina artística lo hace, pues ella es testigo de “todo lo que hacemos. Toda la vida sucede dentro de la arquitectura o alrededor de la arquitectura,” comenta Ricardo Jiménez, otro de los arquitectos del despacho Tree House, también egresado de la FES Acatlán.

Esto es quizá tan cotidiano que lo pasamos por alto, pero no por eso deja de ser menos cierto. La arquitectura no sólo nos resguarda del mundo exterior, conteniendo “sólo la habitación, sino el espacio de las relaciones humanas,” añade León Villegas, también socio del despacho y egresado de la misma institución educativa que los otros entrevistados.

El sentido social de la arquitectura

TreeHouse ArquitecturaPara los arquitectos que colaboran en Tree House, la arquitectura es algo más que un balance entre la estética de la obra con su funcionalidad. Para León “es un arte que tiene una función y una ideología;” mientras que Adrián señala que “en lo que más me fijo es en que las cosas funcionen.” Así comienza a asomarse el sentido social como un elemento más en el ejercicio profesional del arquitecto.

“Es una responsabilidad social,” comenta León, “uno tiene el poder de definir cómo va a vivir una persona, cómo va a habitar el espacio.” Así, el trabajo del arquitecto adquiere una nueva dimensión: la social. Después de todo, aunque una edificación pertenezca a una persona, su relación con otras personas en su interior y exterior va a repercutir en la sociedad.

Adrián considera que la “arquitectura puede ser revolucionaria y traer cambios enormes: cómo la gente percibe su ciudad y su colonia. Hay que diferenciar la buena arquitectura de la mala arquitectura, no en tanto en su estética, sino en los cambios o estáticas que propicia.”  El arquitecto debe ser entonces capaz de identificar y prever las necesidades de la sociedad.

Muchas veces sucede que una edificación es utilizada con otros propósitos muy diferentes a aquellos bajo los cuales fue proyectada, lo cual habla de esta falta de perspicacia e intuición por parte del arquitecto. Así, en este sentido y responsabilidad social que tiene la arquitectura, se encuentra también “un fondo detrás de cada construcción, como la misma dignificación de la vivienda.”

La arquitectura, en este aspecto social que conlleva, enfrenta además el reto de ser sustentable, aspecto que “no sólo debe enfocarse a la parte ambiental. Tiene que ser algo más completo que integre la dimensión económica y social” apunta Ricardo. “No podemos tener edificios verdes que no se puedan mantener a sí mismos. Debe haber un balance” agrega León.

Los desafíos y oportunidades de la arquitectura en México

Para el despacho, la arquitectura en México enfrena diferentes problemas, lo que dificulta mas no hace imposible su ejercicio profesional. Uno de ellos es el cuasi monopolio que ejercen las firmas más grandes de arquitectos, lo cual muchas veces “no ayuda a conocer nuevas propuestas”  comenta Adrián quien, junto con Ricardo, consideran hay talento en las universidades que no siempre ve la luz.

RicardoTambién “está la parte burocrática, muchas veces ligada a la corrupción” declara Ricardo en relación a la licitación y concurso de proyectos arquitectónicos para el sector público. Otro aspecto es “el capitalismo desmedido es otro enemigo de la arquitectura, buscando sólo el beneficio de quienes la desarrollan, no de quienes la habitan” añade.

Frecuentemente, de acuerdo con León, la arquitectura fragmenta a la sociedad, siendo la integración de esta el reto de la disciplina en la arquitectura. Esto nos lleva a pensar en colonias e incluso ciudades cuya planeación urbana es deficiente, sin espacios públicos adecuados o incuso inexistentes, lo cual merma el sentido de pertenencia de las personas a un lugar.

Sin embargo, también existen varias oportunidades que le permiten al ejercicio de la arquitectura en México tener nuevas perspectivas y elementos para hacer despuntar la creatividad. Uno de ellos es la tecnología, que más que un reemplazo del proceso creativo previo de planos físicos y maquetas, lo complementa y potencializa.

Casa RM (1)Ricardo, en su experiencia como arquitecto zurdo, señala que en la universidad muchas veces apostaba por ejercicios escolares más simples, con la finalidad de no perder puntos en la calificación final porque se le dificultaba elaborar planos a mano y maquetas. “Desde que empecé a utilizar las herramientas digitales, se me abrió el panorama” comenta.

Por otra parte, los pequeños proyectos con los que empieza un despacho recientemente conformado como TreeHouse, son una excelente oportunidad para reivindicar el espacio arquitectónico con su entorno y sus usuarios. Puede ser lo mismo la terraza de un edificio en el Centro Histórico, un edificio multifuncional en Celaya o una peluquería en el centro de Tlalnepantla.

El trabajo de TreeHouse

Cuando estaban en la universidad, Ricardo y Adrián pensaron en establecer su propio despacho, sueño que han materializado junto con León y Fernando López, el cuarto socio del despacho. Su primer proyecto fue un bar ubicado en Coapa llamado Diana Hunter Bar, y sus primeras oficinas eran cafeterías en las cuales se reunían para esbozar el proyecto.

LeónDespués fueron recomendados para hacer una oficina, y posteriormente comenzaron a llegar otros trabajos, lo que les permitió instalar sus oficinas en la calle de Marsella, en la colonia Juárez. Su proceso creativo se hace a partir de un mood board, un agregado de ideas en el cual plasman las necesidades de su cliente, otros trabajos realizados y mucha creatividad.

Sin embargo, no hay un proceso único “es algo más intuitivo. Cada proceso es diferente, no tenemos una estandarización. Es conocer al cliente y ver qué le rodea; aterrizar su proyecto” nos platica León. Generalmente, cuando conocen a un cliente, van en pareja, para así poder enarbolar un proyecto más completo y atinado.

“Hay clientes que se dan a entender muy fácil” comenta Ricardo en relación con que muchos clientes saben lo que quieren, ya sea porque cuentan con un manual corporativo o tiene una idea clara de lo que quieren y cómo lo quieren ver plasmado. “Y hay clientes que de plano no tienen ni idea. Varía mucho con cada uno.”

CoyoteyOliviaWEB-1332En el caso del merchandising de locales comerciales e incluso de oficinas,  “la arquitectura puede ayudar a la creación de la imagen corporativa. Sin embargo siempre es mejor planearlo y preverlo” indica Adrián. Por otra parte, en el caso de las casas buscan que “responda a lo que el cliente quiere como estilo de vida. Que sea la casa la imagen de sí mismo” establece León.

Así, la arquitectura es una herramienta que no solo combina el equilibrio de forma y fondo, sino que además lleva a los integrantes de Tree House Arquitectura a “crear para satisfacer la necesidad que se nos presenten de forma estética, sustentable, económica y socialmente responsable,” de acuerdo con su filosofía como empresa.

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