Una obra arquitectónica no solo debe ser estéticamente bella, sino que también debe poseer características económicas y sociales que se adecuen al entorno, por ello es que los proyectos llamados “elefantes blancos” son hoy un término a estudiar en el sector urbano.
Dentro de la arquitectura, este término ha sido empleado de muchas maneras, principalmente para demeritar ciertas edificaciones.
Acompáñanos a conocer más sobre este concepto arquitectónico tan caótico.
¿Qué son los elefantes blancos?
“Elefantes blancos” un concepto qué se refiere a aquellas obras arquitectónicas en donde la administración pública destina recursos o capital humano a una edificación que queda inconclusa y que no representa ningún beneficio para la sociedad que habita a los alrededores.
También puede referirse a una construcción en donde se destinó un capital amplio en una zona donde la calidad de vida no corresponde con la misma.
Este término proviene de Tailandia, en donde se dice que los elefantes blancos al ser tan únicos eran regalados a cortesanos, quienes a su vez no sentían un gusto por ellos. Rechazar un obsequio de un rey era inaceptable, por lo que estos animales al ser sagrados tenían prohibido el trabajo, lo que ocasionaba que sus dueños se iban a la ruina financiera en su mantenimiento.
¿Cómo evitar elefantes blancos en las obras?
De acuerdo con la OCDE existen 10 desafíos a contemplar por parte de los gobiernos para un desarrollo de la infraestructura eficaz, estos son:
- Desarrollar una visión estratégica para infraestructura.
- Manejar las amenazas a la integridad (corrupción).
- Elegir cómo entregar los recursos para infraestructura.
- Asegurarse de un buen marco regulatorio.
- Integrar un proceso de consulta para conocer las necesidades.
- Coordinar políticas de infraestructura entre todos los niveles de gobierno.
- Vigilar que sean proyectos asequibles y valiosos por el dinero.
- Generar y analizar información útil.
- Asegurarse de que el activo tenga una vida importante.
- La infraestructura pública necesita ser resiliente.
Las principales causas de que exista una infraestructura deficiente es que no existen órganos reguladores de las mismas con visiones a largo plazo para controlar temas de presupuestos y mantenimiento.
Elefantes blancos en el mundo
Los elefantes blancos suelen ser proyectos desarrollados por políticos que quieren exaltar obras durante su administración de manera llamativa, los cuales conforme pasa el tiempo no representan ningún beneficio económico debido a sus altos costos de mantenimiento.
Biblioteca José Vasconcelos en México
Ubicada al norte de la CDMX a un costado de Buenavista, esta biblioteca fue inaugurada durante el sexenio del expresidente Vicente Fox quien en una ceremonia masiva con más de 2000 invitados con celebridades tales como Carlos Fuentes y Alí Chumacero mencionará que era el “palacio de la lectura”.
Un proyecto político que hoy es oscurecido por la “austeridad republicana” enmarcada por la 4T que cambió el sentido total de la biblioteca para limitar su desarrollo y transmutarla de una obra costosa a un centro olvidado que no se encuentra ad hoc con su entorno.
Palacio del Parlamento en Bucarest
Uno de los elefantes blancos más mencionados por la comunidad arquitectónica sin duda es el palacio del Parlamento en Bucarest, una obra que está considerada como el tercer edificio más grande del mundo y que fue construido durante la época comunista de Rumania.
En la actualidad se encuentra desocupado en un 70% debido a que su mantenimiento representaría un gasto de alrededor de 6 millones de euros al año.
Hotel Ryugyong Pyongyang en Corea del Norte
El “hotel fantasma” de Corea del Norte, un referente de los elefantes blancos de la arquitectura con 105 pisos vacíos. Su presupuesto de 750 millones de dólares es hoy en día una antena de comunicaciones
Se dice que esta edificación fue producto de la confrontación de la Guerra Fría entre Corea del Sur apoyada por EU y Corea del Norte por los soviéticos, ya que un año antes se había construido el hotel más alto del mundo, el Westin Stamford en Singapur.
Ciudad de las Artes y las Ciencias en Valencia, España
Un complejo de arte utilizado en la película “Tomorrowland” es hoy un recinto olvidado de España. Este lugar ocupó 4 veces más el presupuesto asignado durante su edificación; fue diseñado por el arquitecto Santiago Calatrava y a la distancia aún se puede ver el techo en ruinas.
Se destinó para ser una parada turística después de su construcción, sin embargo, esto nunca se concretó.
Estadio Olímpico en Montreal, Canadá
El estadio Olímpico de los JJOO no se terminó de construir hasta 1987, es decir, 11 años después de la fecha en que debía de estar listo.
Edificado para albergar los juegos olímpicos de Montreal, hoy dicho estadio representa “los juegos de la bancarrota”, ya que hubo muchas pérdidas económicas en su construcción encima de los presupuestos considerados.
El hecho de que diversos proyectos arquitectónicos superen las creces de los presupuestos iniciales representa sin duda un gran problema, puesto que esto supone pérdidas tanto para los ciudadanos a través de sus impuestos como para la administración pública.
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