Cualquier diseñador de interiores estará de acuerdo con la aseveración de que el color tiene un papel importante en el resultado final de la apariencia de un espacio. Mientras que algunos colores tienen la capacidad de transformar o resaltar de manera positiva determinadas características, hay otros que realmente tiene un efecto perjudicial.
A muchos propietarios les gusta salpicar sus hogares con colores, pero es también verdad que tienen temor en cometer deslices. Por esta razón, la elección común es el blanco o el gris al preparar un inmueble para el mercado, esto teniendo en cuenta también que la estética minimalista, que prefiere tonalidades sobrias, es la estándar en los desarrollos habitacionales contemporáneos. Por consecuencia, ciertamente estos colores apagados son la opción más segura, sin embargo, es importante tener en consideración que, si no se los emplea de manera adecuada, puede dar una sensación de monotonía y falta de energía.
Para ayudarte a evitar posibles desaciertos y hacer que este proceso no sea estresante, en Lamudi hemos reunido una lista de los errores más comunes al momento de utilizar colores para tu vivienda y que, así, pueden tener un impacto desfavorable en su valoración.
1. Paredes y objetos del mismo color
Este desatino prolifera más en las personas que acaban de mudarse a un inmueble y que no tienen experiencia en el diseño de interiores. Gran parte de ellos supone que combinar los colores de diversos tipos de objetos del hogar reducirá el peligro de cometer fallas. Pero la verdad es que, si se tienen objetos y paredes del mismo color, esto puede hacer que la división del hogar donde se ha empleado este criterio parezca más reducida de lo que en realidad es y, además, puede dar una sensación abrumadora si se trata de gradaciones encendidas.
En cambio, lo que se debe hacer es enfatizar objetos a través del contraste de colores. Por ejemplo, si se tiene un sofá con un color rojo vibrante, entonces la pared y el mobiliario alrededor deben tener colores tenues.
2. Pintar todo de blanco
Como se mencionó anteriormente, el color blanco puede ser considerado como una opción segura, pero tal puede tener el resultado no deseado de quitar valor a tu propiedad. Esto en razón de que hay algunos matices de blanco que tienen la propiedad de generar una sensación de tedio si se utilizan uniformemente.
Para contrarrestar esto, un buen consejo es checar las paletas de colores que se ofrecen en la tienda donde se va a realizar la compra. Confía en tu instinto; puedes optar por una gama de colores que va de blanco a gris y evitar la homogeneidad.
Otra manera de evitar problemas es pintar las paredes de blanco, pero incluir muebles con colores vivos.
3. Colores muy esplendorosos
Los colores que se escogen para decorar una casa tienen un impacto importante en nuestro estado anímico, estilo de vida y hábitos. Asegúrate de elegir colores que puedan significar disposiciones mentales y emocionales positivos. Puedes preferir colores vibrantes, pero siempre evita que estos creen un efecto de caos, desorden y falta de armonía.
4. Usar el mismo tono de color en todo el hogar
Es comprensible si tu color favorito es el azul. Pese a esto, emplearlo en todas las divisiones de tu casa no es una buena idea ya que puede resultar aburrido y hasta pesado. Se recomienda la variación y, si realmente quieres tener una casa azul, ¿por qué no te decides por diferentes tonos de azul o, en alternativa, complementarlo con gris, blanco u otros colores opacos que ayudarán a acentuarlo y, por ende, variar el ambiente de tu lar.
5. No prestar atención a los detalles
Una superficie con pintura nueva puede transformar tu casa, pero lo mismo se puede lograr si se trabaja con detalles. Efectivamente, alfombras, sofás sofisticados y piezas de arte pueden incrementar el valor de tu hogar, sobre todo si has seleccionado colores moderados para las paredes, pues dichos objetos aportarán en gran medida para que la valoración de tu vivienda alcance todo su potencial en la percepción de un comprador o visitante.
