La casa azul, ubicada en la zona centro de Coayacán, no sólo es importante por haber sido uno de los principales lugares donde Frida Kahlo y Diego Rivera compartieron su vida, sino también porque fue en esta vivienda donde la producción artística de la pareja de pintores experimentó uno de sus períodos más creativos durante su estadía (no siempre permanente) en el inmueble entre 1929 y 1954.

La casa azul de Frida Kahlo
Foto por Boris Bartels / CC BY

Esta vivienda, que hoy en día ocupa 800 metros cuadrados, fue construida por el padre de la artista, Ghillermo Kahlo, de acuerdo al estilo tradicional de la época. Los responsables de su apariencia actual fueron Diego y Frida, que la modificaron a su gusto. Las paredes fueron pintadas de azul cuando el político León Trotsky vivió con la pareja en 1937. Posteriormente, se agregarían objetos y decoraciones con motivos de varias de las culturas prehispánicas que tanto interesaban a Diego.

A la muerte de Kahlo en 1954, Diego Rivera creó un comité para que se encargase de que sean cumplidos los deseos de su esposa de que la casa se convirtiese en museo, lo cual ocurrió en 1958.

¿Qué se puede encontrar en la casa?

La casa azul de Frida Kahlo
Foto por Boris Bartels / CC BY

Las más de 200 mil personas que anualmente pasan por la casa azul pueden formar parte de visitas guiadas (para niños y adultos) en las que se puede apreciar varios de los objetos y pertenencias de Frida. Asimismo, existe la posibilidad de hacer parte de visitas dramatizadas en las que, a lo largo del recorrido, una actriz en el papel de la pintora, nos contará su biografía y anécdotas de su vida.

Además, existen cinco salas de exposiciones permanentes, donde es posible admirar los trabajos de la pintora y los de su esposo, Diego Rivera. Las otras cinco habitaciones se dedican a exhibiciones temporales.

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