El mercado inmobiliario mexicano es mucho más que la venta de vivienda y la renta de oficinas y comercios, hoy por hoy, los bienes raíces en México han evolucionado y se han consolidado como un sector y un mercado diverso, dinámico y en constante evolución.

En Lamudi te presentamos dos nuevas facetas de los inmuebles mexicanos.

Turismo de Negocios y Estancia Prolongada

El turismo y desarrollo inmobiliario siempre han ido de la mano y actualmente no es la excepción, basta con ver como cada vez son más los usos mixtos que incluyen corporativos, vivienda, espacios comerciales y hoteles, los puntos de encuentro y de impulso mutuo entre ambos sectores se hacen más presentes que nunca.

Las aportaciones a la economía nacional tanto del sector inmobiliario como del turístico han ayudado a que el país salga adelante luego de la debacle petrolera, no hay duda, junto con la industria han formado un trío más que interesante y atractivo.

Ciudades que viven importantes booms industriales y empresariales viven también un crecimiento relevante en su turismo de negocios y por ende en el desarrollo de una oferta hotelera de estancia prolongada, contar con este tipo de oferta hotelera les da ventajas competitivas a las propias urbes pues las empresas buscarán lugares bien acondicionados para recibir a sus ejecutivos.

Turismo y estancia prolongada empujan crecimiento de los bienes raíces en Querétaro
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Se considera estancia prolongada más de cinco noches seguidas, en promedio se calcula un turista de negocios/estancia prolongada pasa 60 noches promedio en el hotel elegido y por ello la manera en que son tratados y las condiciones de las habitaciones son diferentes.

Cocina completa, que incluye refrigerador, estufa y microondas, espacios de convivencia, tratos especiales y cercanos, buena ubicación (cercano a las zonas corporativas, industriales o bien cercanos a las terminales aéreas o salidas/entradas de la ciudad), además de ofertas o tarifas diseñadas especialmente para ellos y opción para que reciban visitas familiares.

El turismo de negocios, junto con el de reuniones, crece a pasos agigantados en México y ya no es suficiente tener oferta diseñada para estos fines.

Megalópolis como Monterrey, Guadalajara o Ciudad de México, Saltillo, Mexicali, Ciudad Juárez, Coatzacoalcos, Tijuana y por supuesto, las ciudades del Bajío se encuentran activando de manera muy fuerte el desarrollo inmobiliario que permita y empuje el crecimiento de la oferta turística de estancia prolongada pero aún hay mucho por hacer.

Bienes Raíces en Ciudades Emergentes

Aquellos que habitamos las grandes zonas metropolitanas del Valle de México, Guadalajara y, en menor medida, Monterrey sabemos que el ritmo acelerado de crecimiento que han tenido ha cobrado la factura en la calidad de vida de sus habitantes.

La Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) ha estimado en 150 mil el número de personas que dejan CDMX anualmente, muchos de los casos, sabemos es por el caos, estrés, inseguridad, falta de empleos bien remunerados que hay en la otrora Ciudad de los Palacios.

Los capitalinos que “huyen” buscan entornos urbanos más tranquilos, en donde puedan gozar de los beneficios de una gran urbe, pero no de sus maleficios.

El BID ha difundido que las ciudades emergentes y secundarias contienen el 75% de la población urbana mundial y actualmente se han consolidado como entornos sumamente atractivos para las empresas multinacionales.

Campeche es una ciudad emergente con dinamismo en su mercado inmobiliario
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La multidimensionalidad de la vida urbana en las ciudades emergentes a corto, mediano y largo plazo asegura a las grandes empresas mundiales seguridad, servicios, comodidades, ubicación y conectividad.

Xalapa, Aguascalientes, Campeche, La Paz, Tuxtla Gutiérrez se dibujan como espacios urbanos donde el sector inmobiliario, el gobierno, la inversión extranjera tienen una nueva oportunidad para construir el nuevo hábitat urbano del futuro.

Pensando el desarrollo de sus bienes raíces, el trazado de sus calles, la planeación urbana integral en función de sus ciudadanos, en función del medio ambiente, buscando un equilibrio al construir ciudades incluyentes.