La pintura es una de las cosas más importantes que hay que tener en mente a la hora de remodelar o construir una vivienda, por lo que siempre se debe procurar tener cuidado al escoger qué tipo de colores se quiere emplear, ya que éstos deben ser de nuestro agrado y, de igual manera, es necesario que logren armonizarse con la decoración y el ambiente del hogar.
Primeramente, lo que se debe hacer al elegir un color para una división de la casa es pensar qué tipo de sensación se desea tener en el hogar, esto porque los diversos colores que existen pueden tener una influencia considerable en nuestro estado de espíritu estimulando varias de nuestras emociones como el placer o la tranquilidad por tal, la psicología de los colores va siendo utilizada cada vez más.
1. Sala
Para las salas de estar lo recomendable es utilizar aquellos colores que transmitan conforto como el amarillo, el anaranjado o el ocre. Así, se tendrá un ambiente agradable y con excelente luminosidad, lo cual contribuye en gran parte para tener un buen ánimo. De igual manera, este tipo de colores se suele utilizar en salas donde no existe mucha luz natural.
2. Baño y despacho
Es verdad que el blanco es uno de los colores que es más utilizado para pintar varias de las divisiones de casa, sin embargo, su utilización es más apropiada cuando se trata de baños o despachos. Esto porque el blanco es un color que significa limpieza y, también, tiene la propiedad de dinamizar la labor intelectual. Si se opta por esta alternativa, cabe señalar que, en la decoración, lo mejor es hacerlo con objetos de otros colores para evitar una posible monotonía.
3. Dormitorios
Lo más preferible para los dormitorios son los colores que tienen efectos relajantes como el azul o el verde. P. En estas divisiones se debe evitar el rojo si lo que se desea es descansar ya que éste suele incitar a la actividad. Para los niños, los colores primarios son una excelente opción.
4. Cocina
En la cocina lo que se quiere es que se tenga una sensación de aseo y, también, que el ambiente logre despertar el apetito, por lo cual es una buena idea mezclar un color pálido, si no es el blanco, con colores fuertes y vibrantes como el rojo o el amarillo.
