El café es una bebida de gran significancia para muchas personas y, claro está, en muchos hogares es la predilecta. Por lo que conocer la historia de este producto puede ser muy interesante para las personas que lo consumen a menudo.

En México, este hábito se va cultivando y expandiendo desde hace, por lo menos, 50 años, y, actualmente, se va caracterizando por el hecho de que poco más de la mitad de los ciudadanos mexicanos prefiere el café soluble y el resto otras maneras de preparación, entre las cuales está el café de grano que, gracias a establecimientos como Starbucks, se va haciendo cada vez más popular. Otro fenómeno que llama la atención en el mercado mexicano son las barras de café, que son el nuevo boom del mercado.

A pesar de todas estas nuevas tendencias es en el hogar donde el café goza de un lugar especial en la mayoría de las viviendas y su consumo, junto con el del té, se prevé que aumente en los próximos años.

Origen del café

Cafeto
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Establecer los orígenes del café, en cuanto a fechas específicas, es una tarea que puede generar varios debates. No obstante, es el siglo VI d.E.C. que se indica con más frecuencia para establecer el origen del café como bebida gracias a un pastor de Etiopía. Posteriormente, ya en el siglo XV se pueden obtener pruebas irrefutables de su cultivo en Yemen y Abisinia.

Expansión del café

Café
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Fue gracias a los árabes que el café se expandió más allá de África, puesto que lograron en el siglo XVI introducirlo a Siria, Persia, Turquía y, también, a Europa. Para la segunda mitad del siglo XVII el café en el continente europeo se va volviendo cada vez más popular y en 1645 abren las primeras tiendas de esta bebida en Venecia.

El árbol de donde se obtiene el café, que es el cafeto, fue plantado en América por primera vez por los holandeses en el siglo XVIII en la Guayana Holandesa.