Es recurrente que cuando una persona está planeando independizarse, sea en la juventud tras cumplir la mayoría de edad o a una etapa menos temprana, lo haga pensando en el esquema de co-living, lo que quiere decir que comparte el espacio, así como los gastos con otra(s) persona(s) que no forma parte de su núcleo familiar, al cual se le denomina roommates (anglicismo de compañero de dormitorio).

Independizarse es uno de esos pasos en la vida que no hay que tomar a la ligera, pues implica gastos que antes no se pagaban como la renta, los servicios básicos (luz, agua, gas), mantenimiento y otras responsabilidades como encargarse de comprar la canasta básica mensualmente, de la limpieza del hogar, entre otras actividades.

7 tipos de roomies
Lamudi.com.mx

Aunque uno pensaría que vivir con un roommate es como ver una serie de televisión americana, hay que ser muy cuidadosos cuando se trata de elegir compañero, porque puedes encontrar siete personalidades diferentes. Una recomendación es buscar a un compañero que genere un equilibrio entre los dos lados, pero que sea afín a nuestra personalidad. Lamudi.com.mx los describe continuación para que no te sorprendas:

El Obsesivo compulsivo

Encontrar un obsesivo compulsivo puede ser lo mejor o lo peor que te pueda pasar, todo depende si eres o no ordenado; pues este se caracteriza por mantener todo en su lugar. Si ve un papel tirado no perderá el tiempo para recogerlo, y qué decir de la limpieza del hogar, eso sin duda es lo que más le preocupa, no dejará de pedirte que evites ensuciar la taza del baño o que laves tus trastes.

El Fiestero

Si eres de los que les gusta descansar y vivir lejos del ruido, tienes dos opciones: huir o unirte a la fiesta, ya que este tipo de compañeros no tienen una hora fija de llegada, un día estará en casa curando la resaca y al otro, es posible que encuentres el inmueble hecho un desastre tras la reunión que organizó una noche atrás.

El Ermitaño

Con un personaje como este compartirás los gastos, pero difícilmente lo verás entrar y salir del departamento. Suele realizar sus actividades en solitario, no le gusta que lo molesten y convive poco. Cuando sale al mundo de los humanos, generalmente es para comer o tomar algo; o para recibir la visita de su selecto grupo de familiares o amigos.

El Geek

Controles, computadoras, gadgets desconocidos, entre otras cosas, son algunos de los objetos con los que tropezarás al vivir con un Geek. Compartir espacio con un amante de la tecnología puede traerte conflictos si tu personalidad se inclina a lo cotidiano. Mientras cenas en el sillón de enfrente, vas a lidiar con videojuegos después de que este llega de trabajar. Suele no hablar cuando está en acción.

El Mandamás

No te extrañe que, aunque ambos se dividen los gastos en partes iguales, este roommate cree que tiene el mando y es quien debe tomar las decisiones del hogar. Es el típico que, si va a haber un reacomodo del mobiliario o se va a llevar a cabo algún arreglo, él/ella decide los tiempos y el presupuesto, y raramente te pedirá tu opinión. Sé prudente, pues si le llevas la contra, es posible que enfurezca.

El Mejor Amigo

Desde que des el primer paso dentro, este te abordará con cortesía, será el mejor anfitrión al hacerte sentir como en casa desde el primer momento. No tardará en hacerte parte de sus reuniones y círculo de amigos. La convivencia suele ser bastante equilibrada, pero si eres una persona poco amigable o sociable, es probable que te desesperes en el intento de seguirle el juego.

El Gurú

Este es Mahatma Gandhi en persona, o pretende serlo. Vivirás entre rituales de incienso, prácticas espirituales (yoga, tai chi, qi gong, reiki o más) y una alimentación alejada de lo carnívoro. Ten seguridad de que te invite a formar parte de sus grupos de encuentro de renovación de energía y te lo venda como el Santo Grial, o te recomiende cómo debes de acomodar tu cuarto según el Feng Shui.

Otros artículos que te pueden interesar:

UN MERCADO INMOBILIARIO QUE CALZA A LA MEDIDA

BROKER: SACA PROVECHO DE TUS PROPIEDADES EN MEDIOS DIGITALES

IMPORTANTE APARTAR 30% DE TU SUELDO PARA PAGAR LA RENTA