Terrenos en Venta en Oaxaca

Riqueza natural en los terrenos a la venta de Oaxaca

Oaxaca es el quinto estado más grande de México y el más rico en biodiversidad, características que lo hacen ideal cuando se buscan terrenos en venta. Ubicado al sureste de la República Mexicana en él se encuentran casi todos los ecosistemas existentes en el país.

Una combinación de selvas, montañas y planicies es la responsable de que en Oaxaca la diversidad biológica sea tan abundante. Al día de hoy, se tienen registradas más de ocho mil plantas, casi mil 500 animales vertebrados y más de tres mil invertebrados.

Los terrenos a la venta en los municipios oaxaqueños ofrecen paisajes maravillosos, su abundante red de ríos los dotan de una magia particular y hacen que su suelo sea fértil.

La naturaleza ha sido tan generosa con Oaxaca que durante muchos años resguardo intactos los vestigios arqueológicos de las antiguas culturas prehispánicas.

Los pueblos autóctonos de Oaxaca han desarrollado a lo largo de los años una relación muy especial e íntima con la naturaleza, saben que es un privilegio todo lo que les da y que ese suelo tan rico les ha permitido desarrollar la diversidad étnica que habita el estado, de hecho, en Oaxaca se tienen registrados 18 grupos étnicos que continúan conservando la mayoría de sus usos y costumbres.

De la Tierra al Suelo: la Fantástica Gastronomía de los Oaxaqueños

En náhuatl Oaxaca significa “en la punta de la nariz del huaje” y en este lugar la riqueza se extiende más allá de los paisajes y la naturaleza. Este maravilloso estado tiene una cultura muy rica siendo para muchos, lo más rico de todo: su cocina, mezcla de tradiciones y sabores.

La Tierra de los Siete Moles no sólo ofrece tal cantidad de variaciones de este platillo típico mexicano, al entrar a sus mercados uno puede tomar un chocolate como en ningún otro lugar, ordenar de un aplauso una de las tortillas tradicionales del lugar, llamadas “tlayudas”, preparadas con queso Oaxaca, jitomate, frijoles, lechuga, tasajo o cecina enchilada.

La tradición culinaria oaxaqueña no se queda ahí, nos ofrece molotes, chapulines, pan de yema recién horneado, nieves de una infinidad de sabores como beso de ángel o leche quemada y sus bebidas van desde el fuerte mezcal, pasando por el prehispánico tejate y llegando a su deliciosas aguas frescas y atoles.