Comprar una casa es un tema que se puede analizar desde diferentes vertientes. Puede verse al tomar el punto de vista de quién lo hace por primera vez, del que lo hace por buscar una propiedad más amplia porque incrementó el número de integrantes en la familia o porque ya está listo para convertirse en inversionista y vivir de las rentas.

Ante lo dicho, el abanico es amplio y hasta multifacético, porque adquirir una casa en venta implica una inversión importante y muchas veces prolongada, tanto en liquidar el gasto como al recibir ingresos de los arrendatarios que habitan la propiedad.

De acuerdo con el Informe Anual del Mercado Inmobiliario 2018 de Lamudi México, los mexicanos tienen una preferencia tendenciosa hacia la compra sobre el 82%, mientras que las rentas aparecen como un dato mínimo de 12 puntos porcentuales.

Esto quiere decir que las ventas son más comunes que un anuncio de una propiedad en renta. Siendo la Ciudad de México (18.7%), Estado de México (10.6%), Querétaro (8.3%), Puebla (6.6%) y Morelos (5.6%) las entidades que se inclinaron más por la operación inicial.

Pero ¿qué beneficio tiene comprar un inmueble?

Como indica la palabra ‘propiedad’, una de las ventajas que tiene una persona que compra, es que se convierte en propietario de un espacio con el que puede hacer y deshacer cuantas veces quiera. Lo puede habitar, deshabitar, poner a la renta y generar un ingreso, en muchos casos volverlo oficina, entre otras posibilidades que se presentan al obtener un inmueble.

Pero en Lamudi.com.mx creemos que sí “tiene que ver la etapa de la vida en la que se encuentre una persona” indica el informe. “Pues es una decisión basada mayormente en el poder adquisitivo de una persona, sea que tenga pretensiones de independizarse, crear una familia o por diversos motivos, cambiar de lugar de residencia; que también repercute en el estilo de vida y ambiente en el que éste se desenvuelve” concluye.

Libertad en gastos adicionales

Otra de las ventajas, es que cuando se compra una casa, cada quién tiene la libertad de darle mantenimiento en el momento que lo requiera y no estar atenido a tiempos forzados en un departamento donde el pago de la cuota mensual es obligatorio, este último también tiene beneficios, pero si lo que se busca es tener libertad en desembolsar el gasto, es preferible comprar una casa frente a un departamento.

En cambio, las rentas representan un gasto, si periódico, pero al final, una salida de dinero que no vas a volver a ver; que, por lo contrario, al comprar una casa en cualesquiera zonas de México, implica entrar en una deuda programada por muchos años, pero con la ventaja de que terminará en manos de quien la liquide.

Algunas de las tendencias o comportamiento de compra o renta por edad, que no son un factor determinante: “la Generación Millennial (21 a 34 años) es la que puja más hacia la renta; ya que, según el reporte de Estilos de Vida emitido por Nielsen, se afirma que 26% de la generación en cuestión tiene presunciones de adjudicarse una vivienda.

A su vez, los individuos de la Generación X (35 a 49 años) apuestan más por invertir en una propiedad, por diversas razones: el índice de deserción laboral es menor, al tener empleos más estables y mejor remunerados, además de ser individuales que comienzan a formar un patrimonio para su descendencia, ejercicio similar a lo que hicieron sus padres (la Generación Silenciosa quienes rebasan los 65 de edad) años atrás”.

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