De entre todas las artes, entendiendo al arte como la capacidad de transmitir una construcción del mundo objetivo a partir de diferentes recursos, la arquitectura goza de un lugar espacial. Si bien la pintura o la escultura juegan con el espacio, la arquitectura permite no es sólo una manera de construir la realidad, sino una forma de vivirla, pues nuestra vida se desenvuelve entre espacios arquitectónicos.

Carlos Ugalde, del despacho de arquitectos Sobrado + Ugalde señaló en entrevista con Lamudi que si tuviese que definir la arquitectura con una sola palabra, esta sería “inmortalidad”. Sin importar que sea una obra pública o particular, “Un proyecto, una construcción es algo que va a quedar toda la vida. Es algo que tú construyes, marcando con tu huella el lugar donde vivimos.”

Así, la inmortalidad que las obras aportan a los creadores, adquiere una nueva dimensión cuando se trata de la arquitectura. Pareciera como si el espacio  el tiempo no pasara por la arquitectura. Después de todo, la única creación del hombre que puede verse desde el espacio es la Gran Muralla. Y cuando Napoleón vio las pirámides de Gizah, no pudo evitar decir “40 siglos nos contemplan.”

 

De cómo un arquitecto se convierte en tal

 

pic1

 

La firma Sobrado + Ugalde, encabezada por Enrique Sobrado Haro y Carlos Ugalde Varela, vio la luz en el 2005. Carlos nos comentó que tanto él como su socio fueron “toda a vida en la misma escuela, nos separamos un tiempo y después nos encontramos en la universidad sin ponernos de acuerdo en que íbamos a estudiar lo mismo.”

Ya en las aulas de la Universidad Anáhuac, en la ciudad de México, sus caminos siguieron coincidiendo, “y un mismo proyecto en la escuela nos unió […] y con base en eso fuimos haciendo proyecto tras proyecto, prueba tras error.” Sin embargo, el camino de Carlos, al igual que el de Enrique, desde siempre pareció encaminarles hacia el ejercicio de la arquitectura.

Desde pequeño, Carlos descubrió su gusto por la arquitectura. Su padre, aunque era veterinario de carrera, se dedicó a la industria inmobiliaria, lo que le permitió conocer diferentes despachos de arquitectos, ver maquetas y planos. Aunque por un momento pensó en estudiar Diseño Industrial, al momento de presentar su examen de admisión en la universidad se decantó por la arquitectura.

Antes de conformar el despacho, Enrique y Carlos comenzaron a trabajar para otros despachos de arquitectos; en el caso específico de Carlos desde el cuarto semestre de la carrera. Con el tiempo, una vez más, la vida les colocó en el mismo trabajo y a partir de ese momento, ambos decidieron colaborar en un proyecto propio, dándole vida a la firma Sobrado + Ugalde.

El proyecto “fue evolucionando. Del Sótano de la casa de los papás a una oficina y luego a un espacio más grande,” llegando a instalar sus actuales oficinas en Lomas Verdes. Y de pequeños proyectos realizados en México, poco a poco Sobrado + Ugalde ha aumentado su cartera de clientes, catapultando su trabajo hasta lugares tan distantes como Filipinas.

 

La evolución como  detonador del crecimiento

 

evolución hacia la inmortalidad

 

Con la llegada de su primer proyecto, comenzó también un largo proceso de evolución para Sobrado + Ugalde, así como para Carlos en su ejercicio profesional y su crecimiento personal. “A partir del primer proyecto tienes la oportunidad de definir cómo vas a ser en el despacho, tu estilo. De ahí en adelante lo que construyas va evolucionando, pero tu estilo queda,” señala.

Buena parte de este constante cambio que ofrece el ejercicio de la profesión de arquitecto, así como de constante aprendizaje es que “cada proyecto es diferente. Ta da un reto distinto, y lo resuelves conforma a las condiciones que te plantea. Aunque esté un terreno al dado del otro, el proyecto es muy distinto” comenta.” Sin embargo, se busca “mantener siempre la esencia del despacho.”

Empero, dentro de esta evolución gestada a partir del cambio permanente en las condiciones de cada proyecto, hay algo fijo. Para Carlos, el trabajo del arquitecto “debe ser fiel a cierto estilo que ya llevas, que se pueda mantener y que sea atemporal.” Quizá sea precisamente esta atemporalidad la que lleva a la arquitectura a alcanzar la inmortalidad de la obra.

Dentro del estilo que Sobrado + Ugalde buscan permear en su obra se encuentra en propuestas cuya estética busque la sutileza geométrica al mismo tiempo que la profundidad artística. Por otra parte, las obras que realizan buscan adoptar la personalidad de los usuarios, al mismo tiempo que se aprovecha la luz natural y el entorno, aportando así el elemento de sustentabilidad.

 

El cliente como principio y fin

 

evolución hacia la inmortalidad

 

Un elemento importante en este estilo que el despacho Sobrado + Ugalde busca plasmar tiene que ver con una estrecha relación con el cliente, pensando siempre en el usuario final de la obra arquitectónica. Una parte muy importante, que además le ha aportado a Carlos en su crecimiento personal es que “como arquitecto, siempre te involucras en la vida de la gente.”

Conociendo las necesidades de las personas, los hijos que tienen, sus actividades preferidas, es como han logrado realizar su trabajo. “Estamos completamente comprometidos con el cliente. Eso marca cierta pauta porque muchas personas vuelven con nosotros, lo cual nos da más libertad y nos permite tener mayor evolución, ya que los mismos clientes nos van dejando crecer.”

Al momento de realizar un proyecto, Carlos señala que “Se debe proyectar con un fin, sabiendo que las cosas se deben hacer, cómo se pueden hacer. Siempre debes de superarte. Nunca puedes decir que no puedes hacer algo. Tal vez no es posible, pero puede quedarte algo muy similar, que quede dentro del costo y que lo puedas hacer.”

Tanto los requerimientos del cliente como las características del terreno influyen en el ejercicio profesional de un arquitecto. “Todo te va dando una pauta” menciona Carlos, “pero para nosotros la función antecede a la forma.” Esto en buena medida porque el entrevistado considera que el usuario final del inmueble, debe recibir lo que está pagando por su inversión en su patrimonio.

 

El medio ambiente como recurso

 

Si bien el trabajo con diferentes clientes conlleva varios retos, lo cierto es que “la arquitectura es un lenguaje universal. El cliente tiene necesidades, tiene un programa. Él te va a poner las condicionantes” menciona Carlos como algo constante dentro de la profesión del arquitecto. Sin embargo “lo que cambia es la topografía y el clima. En la arquitectura te tienes que adaptar.”

Las reglas respecto a la orientación y formas, así como el servicio orientado al cliente que caracterizan a Sobrado + Ugalde, se ven complementadas por las reglas de sustentabilidad, tratando de armonizar con el entorno, buscando también la optimización de recursos. Actualmente, se está en un punto “donde queremos hacer arquitectura, pero afectando lo menos posible el entorno.”

“Antes todas estas ecotecnias eran muy caras. Es algo que como arquitecto tienes que tomar en cuenta. Si vas a hacer una casa, es mejor orientarla para que tenga una temperatura, y no se usen calentadores. A lo mejor al principio es un gasto extra, pero a la larga se pagan solas”. Esto ha llevado a que la sustentabilidad deje de ser un lujo y se convierta en algo primordial.

Esta combinación de atención al cliente con respeto por el medio ambiente, ha proyectado al despacho. Cuando ve a los usuarios viviendo dentro de su obra, Carlos comparte lo siguiente: “me deja mucha satisfacción. A veces hacen fiestas, cenas, nos invitan y da gusto que te digan que quedó increíble. Ver cómo la vive el usuario, es como la finalidad del arquitecto”.

 

Perspectivas de la arquitectura en México

 

Para Carlos Ugalde, “la arquitectura mexicana es la mejor. Tenemos exponentes muy buenos como Luis Barragán, Agustín Hernández o Mauricio Rocha. Hay una nueva escuela, pero los arquitectos mexicanos siempre han puesto su granito de arena.” Así, a pesar de que la arquitectura sea un lenguaje universal, habla un idioma muy particular en territorio mexicano.

 

evolución hacia la inmortalidad

 

Lo que caracteriza a esta vertiente mexicana del lenguaje de la arquitectura  es “el uso de los materiales de la región. Los mexicanos somos buenos para hacer las cosas. Si vez piedra, hacemos muros de piedra, si tienes roca volcánica usas la roca volcánica. Los arquitectos mexicanos usamos lo que tenemos a la mano”, dándole a la arquitectura mexicana un lenguaje propio.

En la actualidad, y a nivel global “las tendencias van a que las ciudades y que su arquitectura sea vertical: apartamentos, oficinas. La mayoría de la gente estará en ciudades y todo será en vertical. Lo estamos viendo en Reforma. Lo único que impide llegar más arriba es el elevador. Es concentrar al mayor número de personas en una ciudad y que la ciudad sea vertical”.

Sin embargo, está condicionante que el lenguaje de la arquitectura experimenta a nivel global, enfrenta en México ciertas peculiaridades. “Falta más espacio urbano para la gente, dónde puedan ir y esparcirse. Que haya parques, proyectos donde la gente pueda ir a teatros al aire libre, puedan jugar fútbol,” razón por la cual, a Sobrado + Ugalde le interesa colaborar en proyectos públicos.

Así, la evolución constante del arquitecto, sumado a las necesidades de cada cliente, el respeto con el medio ambiente, las tendencias y problemáticas a nivel mundial en la arquitectura, además de los retos que enfrenta a en México, hacen del ejercicio arquitectónico un camino hacia la inmortalidad, palabra que, de acuerdo a Carlos Ugalde, define lo que es la arquitectura.

__________

Si quieres conocer más del trabajo de Sobrado + Ugalde, por favor visita: www. http://sobradougalde.com/

También puedes contactarlos vía correo electrónico escribiéndoles a contacto@sobradougalde.com o vía telefónica marcando al  (55) 5343 7934.