En ningún otro país del mundo se podrá vislumbrar un espectáculo de luces naturales tan llamativo como el que se puede encontrar en las cavernas Waitomo y Kawiti, ambas localizadas en Nueva Zelanda y que son destinos turísticos de gran relevancia para este país oceánico.
Estas centellantes luces, que tienen matices celestes y azules, no son el resultado del brillo de piedras preciosas, más bien, se trata de gusanos luminosos. El nombre científico de estas criaturas es Arachnocampa luminosa y el resplandor proviene de sus colas que, gracias a un proceso de interacción entre sustancias químicas producidas por los gusanos y el oxígeno, logran estas encantadoras luminosidades. Los gusanos hacen esto por tres razones: para atraer presas (pequeños insectos); para seducir (las hembras llaman la atención de los machos con su brillo), y para espantar predadores.
Por supuesto, nosotros los humanos no somos predadores de estos animales, únicamente somos, digamos, predadores visuales, pues toda persona que ha visitado las cavernas ha deleitado mucho su vista con estas hermosas luces. Te invitamos a saber más sobre estas dos cavidades profundas y misteriosas en Nueva Zelanda.
1. Cuevas de Waitomo
Las cuevas se ubican en la Isla Norte de Nueva Zelanda, en la región de Waikato. Se tiene conocimiento de ellas desde 1887, cuando un jefe maorí llamado Tane Tinorau las exploró con el inspector británico Fred Mace.
En la actualidad, es un lugar que atrae muchos turistas nacionales y extranjeros. Se puede realizar un tour en barco dentro de las cuevas y el río Waitomo para, así, admirar la belleza natural de la región y, claro está, las admirables luces. Si la visita a las cavernas se hace a pie, existe un recinto llamado “La Catedral”, el cual tiene una acústica de calidad, lo que lo convierte en un lugar ideal para conciertos, particularmente los cantos corales.
2. Cuevas de Kawiti
Localizadas en la región de Northland, al sur del pequeño pueblo de Kawakawa, en comparación a las cuevas de Waitomo, las que se pueden hallar aquí son más pequeñas, pero la ventaja reside en que todas las vías de acceso y los caminos en el interior de la gruta están debidamente acondicionados para recibir a turistas. También, se puede ver de más cerca a los gusanos luminosos y sus brillantes luces. Las formaciones de estalactitas también resultan atractivas.