Pronto se celebrará el Día de Muertos en México y la curiosidad por conocer los lugares más misteriosos del país se instala en las personas en general por estas épocas. Uno de estos lugares, sin lugar a dudas espeluznante, es la Isla de las Muñecas, que está ubicada al sur de la Ciudad de México, en la delegación de Xochimilco. Actualmente, es uno de los destinos turísticos más populares en nuestro país dentro de lo que se ha dado a llamar como «turismo negro», es decir, visitas a lugares que están relacionados con eventos relacionados con el sufrimiento humano o el misterio (sitios como Auschwitz o Hiroshima se incluyen en esta categoría).
Si quieres saber más sobre la escalofriante Isla de Muñecas, que se ha convertido en una de las leyendas de Xochimilco, sigue leyendo este artículo.
Leyenda de la Isla de las Muñecas
En una de las islas que son parte de los canales de Xochimilco habitaba un hombre enigmático llamado Don Julián Santana Barrera. Instalándose en una de estas islas a mediados de los años 50 del siglo pasado, Don Julián logró vivir allí durante largos años en soledad valiéndose de sus cultivos en su chinampa, por lo que los habitantes de las inmediaciones lo tomaron por un ermitaño.
La explicación del aparecimiento de las muñecas en la isla tiene varias versiones. La más divulgada cuenta que un día aparentemente normal, Don Julián se encontró con el cadáver de una niña que se había ahogado entre los lirios que crecen en las orillas de los canales. Este suceso tuvo grandes consecuencias en la vida de Don Julián ya que, posteriormente, sería atormentado por asustadoras apariciones del espíritu de la niña, por lo que no pudo conciliar el sueño por mucho tiempo. Como el espíritu lloraba y se quejaba y, también, como Don Julián se sentía angustiado, decidió apaciguar el sufrimiento del alma y protegerse de ella colgando muñecas en los árboles y la vegetación de se chinampa.
La versión de la historia de la Isla de las Muñecas que relata el sobrino que ahora se encarga del lugar indica que colgar muñecas fue una forma de protegerse contra las apariciones de una mujer que se había ahogado en los canales, esto es, no una niña. También, hay otra que afirma que Don Julián colgaba muñecas como espantapájaros y, después, la costumbre se desarrolló más. Por último, otros aseveran que Don Julián era casado y que tuvo una hija, la cual fue la niña que se había ahogado en las orillas de la isla.
Un poco de la vida del creador de la Isla de las Muñecas
La vida que llevó Don Julián Santana Barrera, que falleció en 2001 a los 80 años, es muy curiosa. Su ganapán era el cultivo de hortalizas, cereales y flores que después vendía en los barrios de Xochimilco. Siendo muy introspectivo, aunque frecuentaba algunas veces las pulquerías, no solía hablar con nadie y prefería estar sin compañía. Asimismo, era un hombre religioso, que pregonaba los enseñamientos de Jesús cuando deambulaba por los barrios.
Datos curiosos sobre la Isla de las Muñecas
- El número de muñecas existentes en la isla asciende alrededor de los dos mil.
- Según el sobrino de Don Julián, la muñeca preferida de su tío se llamaba «Agustinita» y ya lleva 55 años en la isla.
- La muñeca que representa a la niña ahogada tiene varios devotos que le piden favores y le dejan ofrendas como si se tratase de una divinidad.
- Don Julián falleció ahogado como la niña que supuestamente había encontrado.
- Antes de morir, le dijo a su sobrino que una sirena se lo quería llevar y que iba a cantarle a la orilla. Cuando su sobrino lo encontró, el cuerpo inerte de Don Julián estaba flotando en el agua.