El minimalismo es un movimiento estético que se origina a mediados del siglo pasado como una respuesta a la preferencia por lo monumental y lo excesivo que fue adoptada por arquitectos y diseñadores (especialmente los norteamericanos) después de la Segunda Guerra Mundial. Resumidamente, se puede indicar el lema «lo que es menos es más» para caracterizar el estilo minimalista. Esta noción de simplicidad y llaneza es una influencia de corrientes artísticas del norte de Europa y Japón.

Hoy en día, la gran mayoría de los edificios habitacionales que se construyen se proyectan bajo conceptos minimalistas y, asimismo, el diseño de sus interiores. Si quieres decorar tu sala minimalista para que se vea más acogedora y encantadora, Lamudi te da los siguientes consejos.

Tipo de colores

© PlusONE / Shutterstock.com
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Como lo que se desea en el minimalismo es transmitir una sensación de tranquilidad, su gama cromática es limitada. Usualmente, el blanco se utiliza en superficies extensas como paredes, techos o mesas en las que el negro se combina, pero siempre en menor proporción. El gris es una alternativa al blanco, pero también puede ser integrado con él.

Para los que quieren evitar una sobriedad excesiva, es posible animar el ambiente sin perturbar la estética minimalista añadiendo algunos objetos o muebles de colores naturales, como los verdes, castaños o azules. Igualmente, se puede incluir colores encendidos con respecto a objetos pequeños como cojines.

Últimamente, ha surgido la moda de tener una sola pared con un color acentuado y las demás en blanco. Esto también ayuda a remediar cualquier homogeneidad indeseada.

Muebles y objetos

© archideaphoto / Shutterstock.com
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Las formas redondas o voluptuosas pueden tener un impacto negativo por sugerir movimientos. El ambiente minimalista desea el reposo en una sala, por tanto, es preferible tener muebles u objetos con líneas definidas. Además, se debe procurar no ocupar demasiado espacio ya que una de las maneras de lograr simplicidad es tener una sala sin obstáculos; es decir, únicamente lo esencial debe estar en la sala.

Es una excelente idea es tener muebles y objetos de diversas texturas, pero siempre teniendo el cuidado de que sus colores no creen un contraste evidente.

Iluminación

© PavelShynkarou / Shutterstock.com
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Se debe aprovechar de la mejor manera la iluminación natural que se disponga. Una de las alternativas para esto es instalar ventanas sin marcos o adornos o colocar un espejo al lado para que refleje más luz al interior. En cuanto a la iluminación artificial, lo mejor es no tener candelabros y elegir lámparas de techos.

Las lámparas colgantes deben guardar una relación armoniosa con el resto del mobiliario de la sala. Para esto, las lámparas no deben ser demasiado voluminosas y tienen que colgarse sobre la mesa de centro o de comedor.