¿Sabías que la gran mayoría de la gente que vive en México elige rentar un hogar en lugar de comprarlo?
Puede que hasta ahora no hayas considerado comprar una vivienda, pero ¿y si fuera esa la mejor opción para ti?
Considera todos los costes
Hay quien dice que rentar es tirar el dinero a la basura. Aquellos que viven rentando pagan una gran cantidad de dinero al mes que, a diferencia de los que invierten en inmuebles, nunca recuperan. Pero poseer una propiedad significa también pagar costes y gastos adicionales en los que es necesario pensar a la hora de decidir si quieres comprar una propiedad —considera los gastos de reparaciones, mantenimiento e intereses de tu hipoteca.
Utiliza el ratio precio/renta
Si tu única preocupación es el presupuesto, hay una buena manera de comprobar si es más beneficioso para ti comprar o rentar. Calcularlo con el PER (ratio precio/renta) es bastante simple:
- Paso 1: encuentra dos propiedades similares, una que esté en venta y la otra en renta
- Paso 2: divide el precio de la propiedad en venta por la renta anual del segundo inmueble
Un ratio P/R por encima de 20 significaría que el precio de compra de la propiedad será más elevado que el de renta, de acuerdo al New York Times.
Piensa en tu estilo de vida
A pesar de todo, esta decisión no es solo cuestión de dinero. Incluso aunque puedes permitirte comprar una vivienda de inmediato, puede que un arriendo sea una mejor opción para ti. Un factor clave es la flexibilidad que otorga vivir en una propiedad en renta. Las personas que eligen rentar una vivienda a menudo pueden permitirse vivir en áreas urbanas cercanas al trabajo y otras amenidades, mientras que los que optan por comprar, en ocasiones se ven obligados a elegir un hogar más alejado. Además, si no te gusta una zona determinada, también es mucho más fácil cambiar de hogar.
Aquí tienes algunas de las preguntas que deberías hacerte antes de comprar una vivienda:
- ¿Prefieres la flexibilidad de rentar o la estabilidad de tener una vivienda en propiedad?
- ¿Te gustaría vivir en la ciudad o en una zona tranquila a las afueras?
- ¿Encaja esa vivienda con tu estilo de vida?
- ¿Sería fácil mudarse a otro lugar en caso de que fuera necesario?
- ¿Estás dispuesto a realizar el mantenimiento y las reparaciones necesarias tú mismo?