Mucho se ha dicho de los Millenials, la actual generación que ha sido el nicho de mercado al que todos han volteado a ver por ser quienes comienzan a obtener cada vez más capacidad de compra. Sin embargo, a la vuelta de la esquina ya se encuentra la nueva oleada de jóvenes, aquellos que el día de mañana serán quienes conformen las nuevas oportunidades de negocio.

Ellos son los nativos digitales, aquellos que, como su nombre lo indica son un grupo de personas que nacieron en el mundo digital y a diferencia de los Millenials no tuvieron que vivir la transición de lo análogo. Llegaron después de la revolución 2.0 que dio a los usuarios la posibilidad de crear sus propios contenidos y de compartir la información, no conocieron la libertad del internet en su máximo esplendor pero si la rapidez, la inmediatez llevada al extremo y la saturación de información.

Son aquellos nacidos antes de 1992 quienes viven el mundo interconectados y que encuentran maneras de hacerlo con sus términos, en sus formas y por sus medios. Han crecido con la tecnología y no los atemoriza, al contrario, les extraña que haya quienes no la usan y que haya quienes no la ofrecen. Son quienes más aplicaciones descargan y quienes demandan la posibilidad de la conectividad móvil.

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En cuanto a sus formas de comunicación, parecen ser cada vez más gráficos y menos literales. Micro videos, memes, gif,  emojis: todo para devenir en una comunicación en la que lo visual resta importancia a la palabra, en la que lo multimedia, lo gestual y lo efímero tienen las de ganar. ¿Será el resurgimiento del espacio visual al que aludía Marshall McLuhan?

El tiempo que hoy emplean no se encuentra en la lectura ni en salir. Sin embargo el sentido de comunidad lo logran mediante el uso de las redes sociales y pasando horas y horas con sus teléfonos celulares. Todo sucede en línea, miran Smart TV, o ven sus series favoritas en internet, están expuestos a videojuegos y publicidad en internet.

Su atención no se puede centrar durante mucho tiempo en una sola actividad pero pueden localizar rápidamente varios objetos de interés, pues tienen una alta inteligencia visual y rápida capacidad de respuesta, para la cual buscan retroalimentación. Son capaces de realizar tareas múltiples al mismo tiempo, siendo el epítome del multitasking.

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No solo consumen, sino que producen y son altamente participativos, esto es consecuencia de su búsqueda constante de información sobre temas de su interés, lo que les permite una mayor capacidad crítica. Comparten, comunican y colaboran pues tienen a su alcance un montón de herramientas modernas que permiten personalizar sus contenidos de vida virtual.

Tienen un espíritu emprendedor y de colaboración, pero también de liderazgo por lo que buscan, con creatividad, resolver problemas acorde con las oportunidades que tienen. Todo ocurre en tiempo real con información efímera y muchas veces poco comprobable, pero como estos usuarios analizan, se informan, buscan, evalúan y comparten, las fuentes no se quedan en una sola.

Es por eso que, si bien hoy en día la tendencia hacia las experiencias, el diseño y crear un sentido de comunidad están comenzando a llevarse como estrategia, la interacción digital y las opciones de comprar historias son el futuro para los planes de marketing. Así, la compra deberá apelar a construir relaciones y volver al consumidor parte de una comunidad desde el mundo digital, con contenidos gráficos/audiovisuales y fugaces.