El día hoy 12 de julio de 2018 ha corrido en los medios la noticia de la construcción del centro comercial que colapsó a la altura de Picacho Ajusco sobre la lateral del periférico, el cual presumen se derrumbó debido a una falla estructural.

Según reporta Fausto Lugo García, secretario de Protección civil de la capital del país, “una de las trabes se empezó a vencer, lo que propició el colapso”, al agregar que únicamente hay “daños materiales y la revisión será exhaustiva para determinar el origen del derrumbe”.

Sumado a ello, el mandatario comentó a través de su cuenta de Twitter que “al momento no se reportan personas lesionadas o atrapadas”; sin embargo, el vocero de la Plaza ARTZ Pedregal, Oscar Kaufmann, señala que continúan revisando el origen de lo ocurrido con el inmueble.

Por su parte José Ramón Amieva, Jefe de Gobierno de la Ciudad de México “hizo énfasis en tres puntos importantes: 1) la suspensión de actividades en la plaza comercial. 2) El inicio de la carpeta de investigación para determinar las causas del derrumbe. 3) Se va a establecer mediante el Instituto para la Seguridad de las Construcciones, si fue una falla estructural o por asentamiento” (El Sol de México).

Opinión de Lamudi México

Pero, pese a que hay un reglamento para construir muy completo en la Ciudad de México y regulaciones que parecerían inquebrantables, lo cuestionable es si estas construcciones cumplen con los permisos necesarios o caen, como en muchos casos, en la mano santa; o bien, pensar si son auditadas tras una revisión estructural exhaustiva que determine si la obra es apta para habitar o necesita un refuerzo en los puntos más débiles.

Lo cierto es que hay dos figuras que están encargadas de dicha labor y parece que su papel es determinante para evitar situaciones como lo ocurrido hoy por la mañana. Estamos hablando de los Directores Responsables de Obra (DRO) y Corresponsales de Seguridad Estructural (CSE) quienes deben estar actualizados y trabajar bajo los estatutos de las normas estipuladas, así como cumplir con las siguientes tareas que enlista la Plataforma Digital de Asesoría Jurídica de La UNAM:

  1. Suscribir la manifestación o solicitud de licencia de construcción de cualquier nuevo desarrollo.
  2. Dirigir y vigilar la obra para asegurarse que cumple con las leyes, reglamentos y normas técnicas aplicables en la materia.
  3. Supervisar las diferentes etapas de la obra y asienta su progreso en la bitácora de la obra.
  4. Responder de cualquier violación a las disposiciones de la Ley de Desarrollo Urbano y al Reglamento de Construcciones del D.F.
  5. Dar su visto bueno para obtener la constancia de terminación de obra.
  6. Entregar al propietario o poseedor, una vez concluida la obra, los planos actualizados la bitácora y las memorias de cálculos.
  7. Denunciar a la delegación cualquier falla detectada durante el proceso de construcción.

Y no hay que olvidar la responsabilidad de las autoridades dar continuidad a casos abiertos de los reportes emitidos por los DRO y CSE, así como impedir la construcción de obras que muestran irregularidades, para evitar que nuevos desarrollos colapsen como el caso de la Plaza ARTZ Pedregal o el Residencial San José, caído durante el sismo de septiembre del año pasado.

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