Constantinopla (en el idioma latín constantinopolis; traducido al español, la ciudad de Constantino) fue fundada por Constantino el Grande, emperador romano desde el año 306 a 337. Anteriormente a su fundación por este soberano, Constantinopla era conocida como Bizancio (actual Estambul, Turquía). Después de la escisión del Imperio romano en 395, se convirtió en la sede del Imperio Bizantino, o también conocido como el Imperio romano de Oriente, que alargó su existencia hasta inicios del Renacimiento. Durante este extenso periodo de tiempo, se logró distinguir en gran medida del Imperio romano antiguo, siendo la arquitectura uno de los aspectos más atractivos de esta rica cultura que se nutrió de otras como la alejandrina o la siria; pero, de todas maneras, las que más influencias ejercieron en ella fueron la griega y la romana.
En este artículo te presentamos las características más importantes de la arquitectura bizantina y, asimismo, algunos de los edificios más representativos de la misma.
Características principales
Los elementos definitorios de la arquitectura bizantina son los siguientes:
- Cúpula bizantina: La cúpula utilizada en las iglesias y simbolizaba la bóveda celeste.
- Planta de cruz griega: Las construcciones bizantinas era mayormente elaboradas sobre una planta en forma de cruz griega, es decir, una cruz con cuatro brazos de igual longitud.
- Utilización de mosaicos: En las decoraciones de las paredes, las imágenes religiosas eran elaboradas con pequeños pedazos de piedra coloridos (teselas).
- Íconos: Las pinturas de divinidades o santos fueron una de las innovaciones de la decoración de las iglesias hechas por los bizantinos.
Si se habla de arquitectura bizantina, seguramente escucharás que se mencionan a menudo los siguiente edificios:
1. Basílica de Santa Sofía, Estambul (Turquía)
Erigida entre 532 y 537, en su tiempo fue la iglesia más grande del mundo. Con la conquista de Constantinopla por el Imperio otomano, fue convertida en una mezquita. En 1934 fue transformada en un museo.
2. Basílica de San Apolinar el Nuevo, Rávena (Italia)
A principios del siglo VI se edifica esta basílica por orden del rey Teodorico. Contiene tres naves que están separadas por columnas. Hay varias decoraciones en mosaicos y un campanario de ladrillo. Desde 1996, el edificio es considerado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
3. Iglesia de Santa Irene, Estambul (Turquía)
Fue mandada a construir por el emperador Constantino I en el siglo IV y es otro de los ejemplos más notables de la arquitectura bizantina. Cuenta con dos cúpulas y una planta rectangular. Hoy en día es una iglesia museo donde suelen celebrarse espectáculos musicales.
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