En el Visnú-purana, considerado el más célebre de todos los Puranas o textos divinos hinduistas, se sentencia lo siguiente: «Cuando la sociedad llega a un estado en el cual son las posesiones lo que confieren rango, donde la riqueza se torna en la única fuente de virtud, la pasión el exclusivo vínculo entre hombre y mujer, la falsedad el recurso para el éxito en la vida, el sexo el particular recurso de placer, y los adornos baladíes externos se confunden con la religión interior (…) entonces estamos en el Kali-iuga: la era oscura.»
El peregrinaje hacia los lugares sagrados de la religión y la consecuente devoción en ellos es una de las cosas que pueden encaminar al devoto a escapar de los males del Kali-iuga. Si uno viaja a la India y visita los lugares emblemáticos de la religión hinduista —la que tiene más devotos en el pais—, podrá constatar, aparte de la bella arquitectura milenaria de estos templos megalíticos, el ambiente apacible en que están situados y el calor humano de sus amables habitantes.
Cuando se tiene la suerte de visitar el país de la democracia más grande del mundo, es pues necesario no únicamente advertir, en ciudades como Bombay (donde la opulencia erige rascacielos privados de 400 000 m²), las consecuencias del boyante crecimiento de la economía hindú, sino que también, para comprender la importancia de diversos ritos indios fraguado a través de siglos, se tendrá que visitar los lugares que se mencionarán a continuación.
Benarés

Esta ciudad, de casi 4000 años de longevidad, situada a la orilla del magnánimo Ganges es, indubitablemente, la más sagrada de la India. Edificada para celebrar a Shiva, uno de los principales dioses de la tríada hinduista, representa la destrucción de la existencia y, asimismo, la perspectiva de una nueva. Para muchos hindús, fallecer en esta ciudad divina es algo deseable ya que se cree que este hecho libera el alma de una consiguiente encarnación.
El atractivo inmediato para los turistas se encuentra en el casco antiguo donde se pueden hallar múltiples edificios religiosos, además, ésta parte de la ciudad está caracterizada por callejuelas pintorescas que conducen al visitante hacia el Ganges.
Existen diversas festividades que se realizan aquí mensualmente (uno de las más sobresalientes es el de Maha Shivaratri). El local preferido para realizarlas son los denominados ghats: graderíos que descienden hacia las aguas oscuras del Ganges.
Mathura-Vrindávan

Bañada por las aguas del rio Yamuna, esta es la ciudad donde se cree que creció Krishna, una de las tantas encarnaciones de Visnú. Existe un considerable contraste entre Mathura y Benarés pues esta representa la adoración al gran Fin y su consecuente renovación, y aquella es la devoción a la vida.
Como centro religioso, en Mathura existen varios templos, de los cuales se podría señalar como más importantes el Krishna Janmabhoomi y el Dwarkadheesh. Asimismo, las atracciones turísticas más populares son el Potara Kund donde se cree que la ropa de Krishna se lavó.
El visitante podrá hallar innúmeras ferias y festivales. En los meses de agosto a setiembre se celebra el día en el que, de acuerdo al calendario hindú, nació Krishna. La fecha se conmemora de diversas formas y todo siempre resulta ser muy colorido. Casi todos los templos se decoran de una manera muy llamativa y se cocina más de cincuenta platos diferentes para ofrecerlos a los ídolos de Krishna.
Haridwar

Al pie del Himalaya, justo donde empieza el Ganges, Haridwar es una ciudad antiquísima en la que se encuentran ghats inmemoriales. Lugar de peregrinaciones desde hace muchos siglos, y beneficiándose de la creencia de que la ciudad fue bendecida por Brahma, Visnú y Shiva al mismo tiempo, ella está siempre repleta de devotos que practican algunos de los rituales más sagrados de su religión. Por ejemplo, el llamado Kumbh Maha ocurre cada 12 años aquí y en estos otros lugares: Allahabad, Ujlain y Nashik. En cada ocasión, aquí se llegan a congregar alrededor de 45 millones de personas.